Bienvenida Merlina,... bienvenida a CASA
"Escribir sin esperar respuesta. Hablar sin una cara interactuante. Decir acariciando teclas. El placer inexplicable de la intimidad. El anonimato merecido. La conversación interior. Una sola persona, múltiples interlocutores. Acción y reacción en una única alma. Palabras, disparadores de ideas, de emociones, de pensamientos (caóticos o coherentes, según la necesidad y conveniencia).
Un e-mail, un chat, un blog. ¿Quién puede quitarles el carácter de diario íntimo, de rejunte de crónicas, de testimonios irrefutables de nuestra cotidianeidad? Cuando escribimos siempre es, sobre todo, para nosotros mismos..."




09/09/09

domingo, 19 de septiembre de 2010

Mernica

viernes, 17 de septiembre de 2010

Divorcio hemisferial

La sangre corre por las mejillas de una cara. El pensamiento no se inmuta. La emoción tampoco. El quiebre es desgarrador. La ruptura es violenta. Pero no hay materia ideadora ni gris palpitar. Un cuchillo prófugo, una hacha invisible. Sólo la herida y el divorcio. Sin sufrimiento; sin alegría; sin reflexión, sin lamento; sin orgullo... Y es porque ya no hay nadie. Claro que no: el alma, la identidad, la vida, están en el ser y el hacer del cuerpo calloso...

miércoles, 25 de agosto de 2010

The door is now locked,
don´t dare to knock.
The key.... better in my throat...
(por las dudas)

viernes, 23 de julio de 2010

Nuevas alas

El silencio. Un ángel que pasa. Una mano que se agita en la despedida. No más oscuridad. Luz, brillo, y más luz. Alas por todos lados. Un pajarito me cuenta la felicidad. Respiro hondo y vuelo. Escucho la melodía de Dios. Se deslizan el alma y el cuerpo. La plenitud, siempre temporal, me colma en éxtasis. Amanece y me doy cuenta: yo soy el ángel…

viernes, 16 de julio de 2010

Just Love

Los sueños, los deseos, las añoranzas, las esperanzas, las alegrías, las sonrisas, las afirmaciones internas, las certezas, la vida. Todas tejidas del único hilo. Todas sinonimadas en una única esencia. Las lágrimas también. La ironía. El destino y las sopresas. Las alas.
Lo único es el amor. Nada más ES...

lunes, 12 de julio de 2010

Autorretrato polaroid

El cuerpo femenino con los pelos al viento, o más bien al universo (nótense las incipientes pero hermosas canas :); las uñitas pintadas, los labios también. La MUJER vuela, pero con los pies sobre la Tierra (aunque no sea más que con las puntas de los dedos, y que la Tierra no sea otra que su propio mundo); los pies además están cruzados, relajados, casi "cancheros"; el brillo (de las estrellas) que va dejando a su paso; una mano adelante, abierta y receptiva, y otra atrás, que lejos de querer ocultar algo, tiene una flor, bella, bellísima... Y, por supuesto,... la sonrisa!

Merlina se siente así en este momento... quién sabe al siguiente Flash...

jueves, 8 de julio de 2010

Pan, queso, pan, queso…. de diminutos pies, mis milimétricos pies avanzan en reversa. Me alejo, me alejo, me voy alejando, más, un poco más. Una frase es suficiente. Hoy parece que hay más motivos para retroceder que para cualquier otra cosa. Y retroceder significa achicar el número de latidos, no taquicardizarse tanto. Quieta no me quedo, no más. Porque estoy en movimiento. Porque la vida me fluye por todos lados. Hoy fue un día de pura luz. Y una luz que no es externa sino de toda yo. Sonrío. Me guiño un ojo una vez más. Como siempre, como todos los santos - santísimos - días desde hace un tiempo. Estoy feliz. Cómo no estarlo, si nos amo...

sábado, 19 de junio de 2010

Inspiro profundamente aire de mi cuarto. Más que esta frase me hubiera gustado escribir la onomatopeya justa… pero, ¿cuál sería? ¿Cómo suena este aire que entra en mí sólo esta vez? No hay más que decir que suena así como lo estoy escuchando. ¿Quién descifra, tras las letras, el mensaje? Respiro el placer de un día de normalidad sagrada. ¿Por qué vislumbro la felicidad bajo la forma de este día con el condimento de la chispeante pasión de la confianza? ¿Por qué es necesaria esa cosa para que todo sea perfecto, eterna e inexorablemente perfecto?


No tengo dudas de que estoy en lo cierto… te guste, les guste, me guste o no nos guste… Hay en alguna parte una persona que ha decidido renunciar a la última chance… No soy yo. Amén y... gracias!

sábado, 5 de junio de 2010

01-06-09 1:01 hs


Tengo esa voz que me habla desde atrás, susurrada. A mi oído izquierdo le cosquillea y el hombro se le acerca para apartarla… a esa voz... Del otro lado, del derecho, la otra oreja atenta, caza sonidos reconstruyendo palabras. Siente, vibra, vibra, vibra…. Sabe que el mensaje es el verdadero, el que esconde esa verdad. Cuál? La única, la múltiple, la particularísima, la universal. No logro saber… no logro entender… pero mientras, el susurro cosquilleante lo está diciendo todo… de pe a pa. Hay unos labios que se abren y se cierran develando el secreto… y mi lado izquierdo sigue hombreando… no hay peor sordo que el que no quiere oír… pienso enojada con mi lado izquierdo… el agua de la ducha, hace un rato, ya parecía insinuarlo. ¿Cuándo seré una? Los fragmentos tienen cortes incompletos aquí y allá. Divsiones múltiples, entrelazadas, laberínticas.

Pronto seré plenamente… o no… Él sabe.

viernes, 30 de abril de 2010

¡Qué puro es el aire que se respira! ¡Qué parecido a la felicidad! Tomo plena conciencia de lo que digo. Me siento orgullosa de saber de qué se trata. Sí, me refiero a eso.... a la felicidad misma.Tan simple como la gota de agua que se mantiene en toda su condición de gota mientras avanza sobre una hoja. Natural, inevitable, pero si se toma conciencia, asombroso.
La tristeza es el más grave pecado. La depresión el crimen más terrible.
Las sonrisas son el estado natural de mi existencia. Las lágrimas, son accidentes, y las caras serias, paréntesis o pausantes comas.
En mi mano un puñado de guiños pícaros de ojo.
Ya casi, ya casi, Merlina.... Sólo un poquitito más.

Estamos a punto... de ebullición y no sólo de ebullición   :)    ;)

sábado, 10 de abril de 2010

Wake up, Merlina!

Has estado dormida unos días o quizás el siglo entero de la Bella. Es hora de olvidar afilados husos y desperezarse. No es que el día sea particularmente luminoso, ni que haya arco iris, ni trinar sutil de pájaros. No hay nada en este despertar que sea particularmente bonito. No hay hadas protectoras, pero tampoco maléficas. No hay bodas ni perdices para comer luego.
Vamos, ¡arriba! Así nomás, sin beso de príncipe rescatador. No hace falta. Hubiera sido lindo pero lo cierto es que el caballero tiene la armadura tan rígida que no puede abrir la máscara. Es hora de refregarse los ojos y erguirse.
Merlina, caramba, ¡levántate y anda!... Hay mucha vida guardada en el sótano latente. Empecemos a aprovecharla... de una buena vez...

martes, 23 de febrero de 2010

Hoy mi crónica no es literaria. Podría decir que es literal. Como un mail que sale de la punta de los dedos, hablado, espontáneo. Sin correcciones, sin pulir ninguna cosa. Porque no hace falta. No hay nada de exquisito en este cuento que valga la pena perfeccionar. Va a ser caótico, estoy segura, porque estoy de buen humor. :):) Cuando me siento así, se me vienen mil cositas a la cabeza que van ramificándose... Me entusiasmo y quiero decirlas todas. Sí, claro que sí, va a ser caótico, sin ninguna duda... pero como dije, no es más que porque estoy de lindos ánimos...
Hace un rato, hace segundo, mezclaba dos masos de cartas de póker. Los típicos e infaltables masos que siempre hay, que siempre debe haber en toda casa de veraneo. La mía ya no es eso, pero guarda todavía los vestigios de los veranitos de mi infancia. Soy buena mezcladora de cartas. No porque tenga alma de crupier de casino ni mucho menos (abstenerse de bromas e imaginaciones, por favor!). Es más bien por todas las casitas robadas, canastas y desesperaciones que jugué los días lluviosos (como hoy) en mis años menudos. Mezclando  me acordé de un solitario que me enseñó mi bisabuela cuando era muy chiquita. Es simplísimo, casi una tontera. De todos modos siempre me pareció un poco fascinante porque incluye poner todas las cartas de un maso dadas vueltas sobre la mesa. Eso solo ya tiene algo de espectacular. Resulta que por ser tan fácil jugarlo siempre genera la falsa sensación de que es altamente probable de que uno lo "gane". Sin embargo, como todo juego de azar, las más de las veces se trunca justo cuando "faltaba tan poquito".
Una vez puestas todas las cartas (menos cuatro) del maso de dorso rojo sobre la mesa, empecé a jugarlo. Sin expectativas. Disfrutando la gracia de ir dando vuelta sucesivamente una y otra carta. Viendo cómo se ponía todo en orden de a poco. Estaba ahí jugando como siempre, como antes, repitiendo un momento vivido hace quizás veinte años. Y eso era lo importante, sólo eso. Sin darme cuenta terminé el solitario de la manera más perfecta posible. Sería aburrido explicar cómo son las maneras imperfectas, pero las hay  y, creedme, este no fue el caso. Y me quedé mirando, mirándome... Todas las cartas sobre la mesa, acomodadas por número y por palo. Todo servido y sin esfuerzos, sin expectativas de antemano. ¿Sorprendida? No, para nada. De alguna manera siempre lo supe. Siempre tuve el juego resuelto. Lo tengo todo... GRACIAS :)

miércoles, 20 de enero de 2010

Yo, Merlina, la que no se fue de viaje...

Te espero sentada. Te observo con mirada casi maternal. Estoy en el lugar perpetuo de mi existencia y la tuya. Te has movido, has sentido, has vivido un poco más la materialidad de tu vida, de la nuestra. Crees entender mejor todo, es lo que sientes. Lo sé y lo entiendo. Te miro de nuevo con cierta condescendencia pero también con ternura. Has crecido, sin duda.  Ya nada parece tan terrible pero, a la vez, tomas conciencia de que esto mismo es la vida. No es en los selectísimos recuerdos donde se encuentran los hitos vitales. Sabes o intuyes que el secreto de tu historia duerme en los intersticios de los olvidados, repetitivos y rutinarios instantes de la cotidianeidad. Tu identidad reside en las sutiles diferencias entre un día común y otro día igualmente común y corriente. Crees estar más lista para el Carpe Diem. Te abrazo y te beso los ojos. Te sonrío felicitándote. Sin embargo, te susurro al oído que este no es más que otro pequeño salto de otro miles que te faltan... o, más bien, que puedes elegir dar...