Bienvenida Merlina,... bienvenida a CASA
"Escribir sin esperar respuesta. Hablar sin una cara interactuante. Decir acariciando teclas. El placer inexplicable de la intimidad. El anonimato merecido. La conversación interior. Una sola persona, múltiples interlocutores. Acción y reacción en una única alma. Palabras, disparadores de ideas, de emociones, de pensamientos (caóticos o coherentes, según la necesidad y conveniencia).
Un e-mail, un chat, un blog. ¿Quién puede quitarles el carácter de diario íntimo, de rejunte de crónicas, de testimonios irrefutables de nuestra cotidianeidad? Cuando escribimos siempre es, sobre todo, para nosotros mismos..."




09/09/09

viernes, 17 de septiembre de 2010

Divorcio hemisferial

La sangre corre por las mejillas de una cara. El pensamiento no se inmuta. La emoción tampoco. El quiebre es desgarrador. La ruptura es violenta. Pero no hay materia ideadora ni gris palpitar. Un cuchillo prófugo, una hacha invisible. Sólo la herida y el divorcio. Sin sufrimiento; sin alegría; sin reflexión, sin lamento; sin orgullo... Y es porque ya no hay nadie. Claro que no: el alma, la identidad, la vida, están en el ser y el hacer del cuerpo calloso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario