Has estado dormida unos días o quizás el siglo entero de la Bella. Es hora de olvidar afilados husos y desperezarse. No es que el día sea particularmente luminoso, ni que haya arco iris, ni trinar sutil de pájaros. No hay nada en este despertar que sea particularmente bonito. No hay hadas protectoras, pero tampoco maléficas. No hay bodas ni perdices para comer luego.
Vamos, ¡arriba! Así nomás, sin beso de príncipe rescatador. No hace falta. Hubiera sido lindo pero lo cierto es que el caballero tiene la armadura tan rígida que no puede abrir la máscara. Es hora de refregarse los ojos y erguirse.
Merlina, caramba, ¡levántate y anda!... Hay mucha vida guardada en el sótano latente. Empecemos a aprovecharla... de una buena vez...
Bienvenida Merlina,... bienvenida a CASA
09/09/09
"Escribir sin esperar respuesta. Hablar sin una cara interactuante. Decir acariciando teclas. El placer inexplicable de la intimidad. El anonimato merecido. La conversación interior. Una sola persona, múltiples interlocutores. Acción y reacción en una única alma. Palabras, disparadores de ideas, de emociones, de pensamientos (caóticos o coherentes, según la necesidad y conveniencia).
Un e-mail, un chat, un blog. ¿Quién puede quitarles el carácter de diario íntimo, de rejunte de crónicas, de testimonios irrefutables de nuestra cotidianeidad? Cuando escribimos siempre es, sobre todo, para nosotros mismos..."
09/09/09
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