Bienvenida Merlina,... bienvenida a CASA
"Escribir sin esperar respuesta. Hablar sin una cara interactuante. Decir acariciando teclas. El placer inexplicable de la intimidad. El anonimato merecido. La conversación interior. Una sola persona, múltiples interlocutores. Acción y reacción en una única alma. Palabras, disparadores de ideas, de emociones, de pensamientos (caóticos o coherentes, según la necesidad y conveniencia).
Un e-mail, un chat, un blog. ¿Quién puede quitarles el carácter de diario íntimo, de rejunte de crónicas, de testimonios irrefutables de nuestra cotidianeidad? Cuando escribimos siempre es, sobre todo, para nosotros mismos..."




09/09/09

jueves, 8 de julio de 2010

Pan, queso, pan, queso…. de diminutos pies, mis milimétricos pies avanzan en reversa. Me alejo, me alejo, me voy alejando, más, un poco más. Una frase es suficiente. Hoy parece que hay más motivos para retroceder que para cualquier otra cosa. Y retroceder significa achicar el número de latidos, no taquicardizarse tanto. Quieta no me quedo, no más. Porque estoy en movimiento. Porque la vida me fluye por todos lados. Hoy fue un día de pura luz. Y una luz que no es externa sino de toda yo. Sonrío. Me guiño un ojo una vez más. Como siempre, como todos los santos - santísimos - días desde hace un tiempo. Estoy feliz. Cómo no estarlo, si nos amo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario